Cómo la música clásica beneficia a los niños




Por Jim R Ray

Hace tiempo que sabemos de la capacidad de la música clásica para proporcionar placer y despertar emociones profundas. Sin duda, la música tiene un poderoso impacto en el cerebro. Los estudios han demostrado que la música clásica también puede ayudar a los niños con necesidades especiales a través de una variedad de mejoras significativas que incluyen la reducción del estrés, el aumento del coeficiente intelectual y la capacidad de concentración. 

Además, la música puede hacer que los niños se sientan más positivos y mejorar su pensamiento creativo. La conclusión es que la música clásica puede hacer una gran diferencia en la vida de las personas con trastornos como el autismo, el síndrome de Down, la parálisis cerebral, el ADD y el ADHD y el retraso mental.

El efecto Mozart y el poder de la música

El término "El efecto Mozart" se ha generalizado, ya que ahora hay una variedad de productos que incluyen desde CD a juguetes que usan la música de Mozart para mejorar la capacidad de una persona para realizar tareas mentales. Una amplia variedad de expertos teorizan que escuchar a Mozart en realidad también puede aumentar la inteligencia.

Don Campbell, que escribió El efecto Mozart: Aprovechar el poder de la música para curar el cuerpo, fortalecer la mente y desbloquear el espíritu creativo, ha declarado que el efecto Mozart es "un término inclusivo que significa los poderes transformadores de la música en salud, educación y bienestar."

Un número del Nature Journal en 1993 publicó hallazgos notables de estudios en la Universidad de California en Irvine. En un estudio, un grupo de estudiantes escuchó a Mozart mientras que un segundo grupo enumeró una cinta con sugerencias para relajarse. Un tercer grupo de prueba acaba de tener 10 minutos de silencio. Cuando a estos estudiantes se les dio una prueba de CI espacial, aquellos que escucharon a Mozart demostraron tener un CI espacial significativamente mayor.

Algunos científicos especulan que los sonidos complicados, como la música clásica, aumentan el funcionamiento de los patrones de disparo en la corteza cerebral. Los estudios también han demostrado que las personas con enfermedad de Alzheimer obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia espacial después de escuchar a Mozart.

Una de las razones por las que la música clásica es tan poderosa en contraste con otras formas de música es que tiene secuencias que se repiten a lo largo de una pieza musical. A menudo estas secuencias aparecen aproximadamente cada 20 o 30 segundos. Debido al hecho de que los patrones de ondas cerebrales también tienen lugar en ciclos de 30 segundos, este tipo de música puede proporcionar el tipo de respuesta más potente.

El efecto Mozart tiene implicaciones muy reales para las personas con trastornos del aprendizaje. Escuchar música clásica no solo aumentará el coeficiente intelectual, sino que también ayudará a los niños a concentrarse mejor y memorizar nueva información. Cuando un niño oye música clásica, puede crear las condiciones ideales para el aprendizaje y la creatividad.

Un impulso adicional a las implicaciones del impacto positivo de la música clásica en el aprendizaje y el cerebro se produjo en 1998 cuando el gobernador de Georgia Zell Miller incluyó más de $ 100,000 anuales en el presupuesto del estado para cintas y CD de música clásica para todos los niños nacidos en Georgia. . Fue persuadido para dar este paso audaz debido a los diversos estudios que escuchar música clásica estimula la inteligencia.

Terapia musical

La música clásica puede tener un impacto positivo en todo, desde el desarrollo emocional hasta las habilidades motoras y el funcionamiento cognitivo. Existe un campo completo de psicología llamado musicoterapia donde los terapeutas mejoran la salud de sus clientes a través del uso de la música.

Profesionales como maestros, médicos y psicólogos remiten regularmente a los niños a la musicoterapia. Los musicoterapeutas pueden incluso ayudar a rehabilitar a personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares a través del poder de la música.

Los niños con trastornos de aprendizaje como ADD, ADHD y autismo pueden beneficiarse de la musicoterapia, ya que les ayudará a sentirse más tranquilos y menos impulsivos. Además, muchos niños se sentirán más cómodos expresándose sobre sus sentimientos cuando estén expuestos a la música. En este punto, los terapeutas pueden ayudar a los niños a superar sus frustraciones y ayudar a aumentar su autoestima.

Distracciones y musica

Una cosa que muchos niños con trastornos de aprendizaje tienen en común es que se distraen fácilmente. Diferentes ruidos pueden desviar su atención de una tarea en cuestión. Sin embargo, cuando la música clásica se usa terapéuticamente, cambia la forma en que funciona el oído y estimula el cerebro.

Los niños con una variedad de trastornos de aprendizaje, incluido el autismo, están experimentando resultados positivos de Tomatis Listening Therapy. Durante las sesiones de terapia, la música clásica se envía al oído derecho y el sonido también se vibra a través de los huesos del cuerpo.

Uno de los objetivos de esta terapia es sincronizar los oídos y reequilibrar el sistema. La filosofía detrás de este tratamiento es que puede permitir que sus receptores comiencen a rendir al máximo de sus capacidades.

Muchos niños también han mejorado sus condiciones de TDAH al aprender a tocar un instrumento musical. El hecho de practicar tocar música clásica y escucharla al mismo tiempo puede enseñar a los niños a alargar su capacidad de atención.

La capacidad de calmar de la música

Cuando los niños con necesidades especiales escuchan música clásica, proporciona una experiencia positiva y relajante. Notablemente, la música clásica también puede reducir el estrés y aliviar las frustraciones.

Además, puede reducir la tensión muscular y disminuir la frecuencia cardíaca. Cuando ocurren estos cambios, la mente está más abierta al aprendizaje y también a comunicarse con los demás.

Un estudio realizado en el Baltimore St Agnes Health Care por Raymond Bahr, MD, demostró que cuando los médicos tocaban música clásica para sus pacientes cardíacos, ¡tenían el mismo impacto que una dosis de 10 mg de Valium!

Las implicaciones de este estudio para quienes tienen necesidades especiales son claras. Cuando los niños con autismo, parálisis cerebral, ADD, ADHD y retraso mental son capaces de relajarse y calmarse, se hacen posibles cambios dramáticos en su comportamiento.

Escuche una muestra de cómo la música clásica puede ayudar a su hijo con cualquier discapacidad de aprendizaje, como autismo, síndrome de Down o cualquier otra necesidad especial visitando http://www.4yourchildssuccess.com.

La brújula del canto

de la creatividad al piano